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Insuficiencia aórtica

La válvula aórtica permite que la sangre oxigenada fluya del corazón hacia la arteria aorta cuando el corazón se contrae (sístole), e impide que la sangre se devuelva de la aorta al corazón cuando el corazón se relaja (diástole).

En la insuficiencia aórtica, también llamada regurgitación aórtica, la válvula se abre normalmente para dejar pasar la sangre cada vez que el corazón se contrae; el problema reside en que la válvula no es capaz de cerrarse completamente, y, cuando el corazón se relaja después de cada latido cardíaco, una parte de esa sangre va a volver al corazón (regurgitación). Cuando esto sucede, el corazón va a verse obligado a trabajar más duro para impulsar una mayor cantidad de sangre; y, a la larga, hace que la cámara principal del corazón (ventrículo izquierdo) se dilate y pierda capacidad de bombear suficiente sangre al cuerpo con el tiempo. La gravedad o severidad de la insuficiencia aórtica se clasifican en 3 categorías:

  • Insuficiencia aórtica ligera: afectación mínima que no requiere nunca tratamiento, y sólo en determinadas ocasiones un seguimiento.
  • Insuficiencia aórtica moderada: que requiere un seguimiento, y sólo en algunas ocasiones requiere tratamiento.
  • Insuficiencia aórtica severa: esta situación habitualmente precisa tratamiento quirúrgico, sobre todo si presenta síntomas u otras condiciones asociadas.


¿Qué causa la insuficiencia aórtica?

Válvula aórtica bicúspide

En esta enfermedad la válvula aórtica sólo tiene dos valvas, en lugar de tres. Es una enfermedad congénita, es decir, está presente al nacer. A menudo es hereditaria, por lo que todos los familiares de primer grado (padres, hermanos e hijos) de una persona afectada deberían someterse a un chequeo con ecografía del corazón. En muchas ocasiones, la válvula aórtica bicúspide no se diagnostica en bebés o niños debido a que no causa ningún síntoma; sin embargo, la válvula estructuralmente anormal puede desarrollar insuficiencia con el paso del tiempo. La válvula aórtica bicúspide en otras ocasiones puede manifestarse por estrechez de la válvula (estenosis) en lugar de insuficiencia.

Dilataciones de la aorta

Las dilataciones de la arteria aórtica pueden impedir que la válvula cierre normalmente, aunque no existan alteraciones en la propia estructura valvular.

Degenerativa o envejecimiento

Aunque con el envejecimiento es más común la estrechez de la válvula por calcificación de la misma, en ocasiones también puede acompañarse de insuficiencia.

Fiebre reumática

La fiebre reumática es una enfermedad que los niños sufren después de una faringitis infecciosa o de una escarlatina no adecuadamente tratadas. En más de la mitad de los casos, se dañan varias válvulas en el corazón de forma simultánea, y los síntomas valvulares suelen aparecer muchos años después de la infección. En la actualidad, la incidencia de la fiebre reumática ha disminuido en España debido a la mejor atención sanitaria, pero algunas personas (fundamentalmente mujeres) han tenido esta enfermedad durante la infancia y sufren ahora las secuelas cardíacas.

Otras

Síndrome de Marfán: algunas enfermedades raras del tejido conectivo (encargado de fortalecer tejidos y estructuras corporales) también pueden presentar afectación cardíaca y valvular. Si usted padece este tipo de enfermedades, su médico se encargará de solicitar valoración en cardiología.


¿Qué síntomas produce la insuficiencia aórtica?

Es habitual que esta enfermedad valvular no produzca síntomas durante muchos años. El médico puede auscultar un soplo cardíaco en una exploración rutinaria o por otro motivo.

Dado que el corazón tiene que esforzarse más de lo habitual, poco a poco va deteriorando su capacidad de bombeo hasta que se presentan los síntomas. Por este motivo los síntomas suelen presentarse de forma gradual, e incluyen:

  • Dificultad para respirar con la actividad o al acostarse (disnea).
  • Dolor en el pecho o sensación de opresión con la actividad (angina).
  • Cansancio y fatiga fácil.
  • Hinchazón de tobillos (edema).


¿Cómo se llega al diagnóstico de la insuficiencia aórtica?

Como ya se ha mencionado en la introducción de este capítulo, la ecocardiografía cardíaca es la prueba fundamental para diagnosticar las enfermedades valvulares cardíacas.

Sólo en los casos en los que la definición de la imagen obtenida por medio de la ecocardiografía convencional no es adecuada, se solicitará una ecocardiografía transesofágica u otra prueba diagnóstica.


¿Cómo se trata la insuficiencia aortica?

Los tratamientos para la insuficiencia aórtica severa incluyen ciertos medicamentos para aliviar los síntomas, pero la única manera de resolverla es someterse a una intervención quirúrgica. La operación sólo está indicada en los casos en que la insuficiencia aórtica es severa y existen síntomas o datos en la ecografía de que el ventrículo izquierdo está dilatado o ha perdido fuerza.

Dependiendo de las características particulares de la afección valvular, el cirujano puede intentar reparar la válvula dañada, o, en otros casos, requerirá sustituir la válvula enferma por una artificial (válvula protésica).

Tanto si se tiene que reemplazar la válvula como si puede repararse, la cirugía debe ser abierta, es decir, debe practicarse una incisión en el tórax; detener el corazón; y conectar al paciente a un sistema de circulación extracorpórea que hará circular la sangre mientras el cirujano practica la intervención.

En el reemplazo valvular, el cirujano cardíaco retirará la válvula aórtica y suturará una nueva en su lugar. Hay dos tipos principales de válvulas nuevas, denominadas prótesis:

  • Mecánicas, hechas de materiales artificiales, como titanio o carbón pirolítico. Éstas son las más duraderas. El inconveniente es que obligan a tomar tratamiento anticoagulantes de por vida para intentar diluir la sangre, y evitar que se formen coágulos en estas prótesis.
  • Biológicas, hechas de tejido animal o humano. Estas válvulas duran de 10 a 20 años, pero no se asocian con la formación de trombos, por lo que no requieren asociar tratamiento anticoagulante. 

PRÓTESIS VALVULARES

La reparación valvular aórtica preserva la válvula del paciente y mejora su función sin necesidad de implantar una prótesis.  Tampoco requieren tratamiento anticoagulante de por vida.


Recomendaciones sobre el estilo de vida en la insuficiencia aórtica

El control de la hipertensión es muy importante en los pacientes con insuficiencia aórtica. Disminuir la presión arterial disminuye la sobrecarga a la que se somete a la propia arteria aórtica  y eso disminuye a su vez el grado de regurgitación de la sangre a través de la válvula insuficiente.

La alimentación no influye directamente sobre la insuficiencia aórtica pero una dieta saludable puede prevenir otras enfermedades del corazón que disminuyen su fuerza, y ayuda a mantener un peso correcto. Ambos factores mejoran claramente el pronóstico de estos pacientes.

La cantidad y el tipo de ejercicio físico que se puede realizar depende de la severidad de la insuficiencia. Se recomienda realizar actividad física de manera regular para mantener un buen estado físico y cardiovascular. Sin embargo antes de comenzar un plan de entrenamiento, o si se practican deportes a nivel competitivo , debe realizarse una consulta con el cardiólogo.

Las mujeres que deseen tener hijos, deben solicitar información antes de planear un embarazo. El embarazo hace que el corazón tenga que trabajar más fuerte. La tolerancia a este sobreesfuerzo depende del grado de la severidad de la enfermedad valvular. Además, algunos medicamentos que se prescriben a las mujeres con hipertensión, dilatación o pérdida de fuerza en el corazón pueden provocar malformaciones fetales.


Autora

  • Dra. Miriam Piñeiro Portela.

Cardióloga. Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol.


Consulta las enfermedades de las válvulas cardíacas

Estenosis aórtica

Insuficiencia aórtica

Estenosis mitral

Insuficiencia mitral

Enfermedades de la válvula tricúspide y la válvula pulmonar

Endocarditis bacteriana

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Estenosis aórtica

La válvula aórtica regula el flujo de sangre desde el corazón a la arteria aorta, el mayor vaso sanguíneo que lleva sangre al cuerpo. Cuando la cámara principal del corazón (ventrículo izquierdo) se contrae, la válvula aórtica se abre para permitir que la sangre cargada de oxígeno y nutrientes empiece a circular. En el momento en que el ventrículo izquierdo se relaja, la válvula se cierra e impide que la sangre se devuelva de la aorta al corazón.

La estenosis aórtica (recomendamos fijar este término, ya que se va a repetir en varias ocasiones en este capítulo) ocurre cuando esta válvula no abre adecuadamente, produciéndose un estrechamiento que dificulta la  salida de la sangre del corazón.

La gravedad o severidad de la estenosis aórtica permite clasificarla en 3 grupos:

  • Estenosis aórtica ligera: afectación mínima que no requiere nunca tratamiento, y sólo en contadas ocasiones requiere seguimiento por el cardiólogo.
  • Estenosis aórtica moderada: requiere un seguimiento cardiológico;y sólo en algunas ocasiones requiere tratamiento.
  • Estenosis aórtica severa: esta situación habitualmente precisa tratamiento quirúrgico, sobre todo si presenta síntomas u otras condiciones asociadas.


¿Qué causa la estenosis aórtica?

La estenosis aórtica puede estar causada por diferentes motivos:

Degenerativa o envejecimiento

La causa más frecuente de estenosis aórtica es la degenerativa, la que se produce debido al envejecimiento por depósito de calcio, que endurece la válvula, y restringe su apertura. No se conoce la forma de prevenir este tipo de enfermedad valvular.

Válvula aórtica bicúspide

La válvula aórtica normal está formada por tres valvas. La válvula aórtica bicúspide es una enfermedad congénita, es decir, ya está presente al nacer, caracterizada porque la válvula aórtica tiene sólo dos valvas. La causa de este problema es incierta, pero resulta la cardiopatía congénita más común. A menudo es hereditaria por lo que, es conveniente que todos los familiares de primer grado (padres, hermanos e hijos) de una persona afectada se sometan a un chequeo con ecografía del corazón. En muchas ocasiones, la válvula aórtica bicúspide no se diagnostica en bebés o niños, debido a que en estas edades no suele causar ningún síntoma. Sin embargo, es habitual que esta válvula anormal tenga tendencia a estrecharse con el paso del tiempo, pudiendo conducir a una estenosis aórtica en pacientes a edades más trempanas (alrededor de los 50 años).

Fiebre reumática

La Fiebre reumática es una enfermedad que los niños sufren después de una faringitis infecciosa o de una escarlatina. Los síntomas habitualmente se presentan muchos años después de haber padecido la enfermedad. En la actualidad, la incidencia de la fiebre reumática en España ha disminuido muy considerablemente debido a las mejoras sanitarias, pero todavía se detectan personas adultas (fundamentalmente mujeres) que han padecido esta enfermedad durante la infancia, y ahora sufren las secuelas cardíacas. Esta afección puede conducir también a una estenosis con el paso de los años.


¿Qué síntomas produce la estenosis aórtica?

Algunos pacientes con estenosis aórtica grave no tienen ningún síntoma, y su médico lo descubre al auscultar un soplo cardíaco en una exploración rutinaria o por otro motivo. Cuando están presentes, los síntomas pueden incluir:

  • Dolor en el pecho o sensación de opresión al realizar actividad (angina de pecho).
  • Dificultad para respirar con la actividad (disnea).
  • Sensación de desmayo o desvanecimiento con la actividad (síncope).

Característicamente, por tanto, los síntomas en la estenosis aórtica se producen al realizar actividad física. Recordamos que la válvula aortica permite el paso de la sangre impulsada por el corazón hacia la principal arteria del cuerpo (arteria aorta). Cuando estamos en reposo, las demandas de oxígeno y nutrientes por parte del organismo son menores, y pueden ser satisfechas a pesar de que la válvula esté algo estrechada. Sin embargo, al hacer un esfuerzo, las necesidades del organismo aumentan; y, aunque el corazón intente bombear con más fuerza, no va a lograr aumentar lo suficiente la cantidad sangre que llega a los tejidos, por lo que se presentan los síntomas al llegar poca sangre a la cabeza (desmayo), o al corazón (dolor en el pecho). 


¿Cómo se llega al diagnóstico de la estenosis aórtica?

Como ya se ha mencionado en la introducción de este capítulo, la ecocardiografía cardíaca (ecocardiograma) es la prueba fundamental para diagnosticar las enfermedades valvulares.

Sólo en los casos en los que la definición de la imagen obtenida por medio de la ecocardiografía convencional no es adecuada, se solicitará una ecocardiografía transesofágica u otra prueba diagnóstica.


¿Cómo se trata la estenosis aortica?

En general, las enfermedades valvulares sólo requieren tratamiento en las fases avanzadas (estenosis aortica grave o severa), porque grados menores de enfermedad valvular no suelen producir síntomas.

Existen dos tipos de tratamientos:

  • Medicamentos: no existen fármacos que detengan la progresión de la enfermedad; el tratamiento con fármacos se utiliza únicamente para aliviar los síntomas.
  • Tratamiento quirúrgico mediante cirugía cardíaca: es el único tratamiento curativo para la enfermedad valvular avanzada. Solo está indicado en los casos en que la estenosis aórtica es severa y existen síntomas (dolor en el pecho, dificultad respiratoria o pérdida de conciencia).


¿Qué opciones de tratamiento quirúrgico existen?

La cirugía abierta de la válvula aórtica reemplaza la válvula a través de una incisión en el tórax. En la intervención, se extirpa la válvula defectuosa y se sutura una nueva en su lugar. Es una operación de riesgo, y para poder realizarse el corazón debe ser detenido. Una máquina se encargará de bombear la sangre para que continúe circulando (circulación extracorpórea). Las válvulas que se implantarán en su corazón (denominadas prótesis valvulares), pueden ser de dos tipos:

  • Mecánicas, hechas de materiales artificiales, como titanio o carbón pirolítico. Éstas son las más duraderas. El inconveniente es que hacen necesario tomar tratamiento anticoagulantes de por vida para intentar diluir la sangre y evitar que se formen coágulos sobre estas prótesis.
  • Biológicas, hechas de tejido animal o humano. Estas válvulas duran de 10 a 20 años, pero no se asocian con la formación de trombos, por lo que no requieren asociar tratamiento anticoagulante. 

PRÓTESIS VALVULARES

En personas con edad muy avanzada o con un alto riego para la cirugía abierta se puede utilizar el reemplazo de válvula aórtica mediante una técnica denominada implante transcatéter. Con esta intervención, se evita la cirugía abierta, ya que se hace llegar una válvula en principio plegada mediante un tubo flexible (catéter) hasta la zona del corazón donde se encuentra la válvula dañada; y, en ese lugar, se despliega esa nueva válvula para que quede encajada en su posición definitiva. El catéter con la válvula plegada puede avanzarse hasta llegar al corazón a través de una arteria de la ingle, o bien por una pequeña incisión en el lado izquierdo del tórax. Este procedimiento también requiere anestesia general, pero no precisa que lo conecten a una máquina de circulación extracorpórea.

Prótesis transcatéter


Recomendaciones sobre el estilo de vida en la estenosis aórtica

La alimentación no influye directamente sobre la estenosis aórtica, pero una dieta saludable puede ayudar mantener un peso correcto además de prevenir otras enfermedades del corazón que disminuyen su fuerza de bombeo. Tanto el sobrepeso como la asociación con otras enfermedades cardíacas empeoran el pronóstico en los pacientes que van a tener que someterse a una intervención quirúrgica.

La cantidad y el tipo de ejercicio físico que se puede realizar dependen de la severidad de la estenosis. Se recomienda realizar actividad física de manera regular para mantener un buen estado físico y evitar el sobrepeso. Sin embargo, si usted desea comenzar con un plan de entrenamiento o si se practican deportes a nivel competitivo debería consultar a su cardiólogo.

Las mujeres que deseen tener hijos deben solicitar información antes de planear un embarazo. El embarazo exige al corazón que trabaje más fuerte. La tolerancia a este trabajo extra depende de la severidad de la estenosis aórtica.


Autora

  • Dra. Miriam Piñeiro Portela.

Cardióloga. Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol.


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Estenosis aórtica

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Endocarditis bacteriana

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Hipertensión arterial

¿Qué es la presión arterial?

La función del corazón es bombear la sangre para que circule a través de una red de arterias, venas y capilares, transportando oxígeno y nutrientes a cada rincón del organismo.

La sangre, al ser impulsada por el corazón, provoca una fuerza contra las paredes de las arterias. La medida de esa presión es denominada presión arterial (PA).

scv y pa

El corazón realiza su labor de bombeo repitiendo un ciclo de contracción y posterior relajación. En el momento de la contracción (sístole), la sangre es enviada con fuerza a través de las arterias principales; a continuación, el músculo cardíaco debe relajarse (diástole) para poder llenarse de sangre antes volver a contraerse.

Por este motivo, la medición de la presión arterial consta de dos valores:  

  • La presión máxima o presión sistólica, que es la fuerza del flujo sanguíneo por una arteria cuando el corazón se contrae.
  • La presión mínima o presión diastólica, que resulta la fuerza del flujo sanguíneo dentro de los vasos sanguíneos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.

MediciónPALa unidad de medida de la tensión arterial es en milímetros de mercurio (mmHg).

Por ejemplo, una lectura de 120/80 significa que la presión sistólica es de 120 mmHg y la diastólica es de 80 mmHg. En ocasiones se simplifica el valor de la tensión arterial suprimiendo el último dígito; así cuando hablamos de una cifra de 12/8 (“doce ocho”) en realidad nos estamos refiriendo a 120/80 mmHg

De un modo similar a lo que ocurre con el agua dentro de una manguera, para  que la sangre pueda llegar a todas las partes del organismo, debe tener cierta presión que la impulse.

Cuando hacemos un esfuerzo importante o sufrimos una emoción intensa, es habitual que el ritmo cardíaco se acelere y la presión arterial se eleve un poco. Esto es una reacción normal de nuestro cuerpo y no se considera una enfermedad.

Sin embargo, hay personas en las que la presión arterial se mantiene elevada independientemente de que se encuentren en reposo o haciendo esfuerzos.  En estos casos es cuando hablamos de hipertensión arterial (HTA), que se define como la elevación persistente de los valores de la presión sanguínea.


¿Qué cifra es demasiado elevada?

Según las últimas recomendaciones, las cifras de tensión arterial para la población adulta sana deben estar por debajo de 140/90 mmHg. Valores repetidos por encima de 140 mmHg de presión máxima y/o 90 mmHg de presión mínima se consideran hipertensión arterial.

Una lectura inferior a dichos niveles se considera presión arterial normal.

En algunos pacientes con riesgo cardiovascular especialmente elevado (pacientes con enfermedad crónica de los riñones o pacientes con diabetes mellitus), las evidencias científicas recomiendan mantener los niveles de tensión arterial algo más bajos de lo normal para reducir al máximo la sobrecarga al sistema cardiovascular. Si usted padece estas enfermedades, su médico le aconsejará lo más adecuado para su situación.


¿Cómo se diagnostica la  hipertensión arterial?

Para saber si se sufre de hipertensión es necesario consultar al médico.  

El médico tomará varias lecturas de la presión arterial por medio de un instrumento denominado «esfigmomanómetro», y realizará algunos estudios de rutina.

Dado que la hipertensión arterial se caracteriza por valores persistentemente elevados de las cifras de presión arterial, el diagnóstico definitivo de hipertensión se hace midiendo la presión arterial varias veces, por lo general, un mínimo de 2 lecturas en 3 días diferentes.

Existen varios métodos para la medición de la presión arterial.  

  • Medición en la consulta.
  • Monitorización ambulatoria de la presión con dispositivo electrónico (MAPA), que realiza varias mediciones de forma automática a lo largo de un período de tiempo (generalmente se mantiene durante 24 horas).
  • Medición por uno mismo de la presión arterial en domicilio, farmacia, etc.

 

Algunos médicos les piden a sus pacientes que utilicen un aparato portátil que mide la presión arterial durante varios días seguidos.

Se recomiendan dispositivos que hagan la medición en el antebrazo ya que los aparatos de muñeca o de dedo no son fiables a la hora de medir la tensión arterial.


¿Es frecuente la hipertensión arterial?

Se trata de una enfermedad muy común en todo el mundo, que afecta a uno de cada 5 individuos, entre  40 y 65 años; y casi a la mitad, en las personas mayores de 65 años.

Por este motivo, los médicos y otros responsables de la salud pública recomiendan que todos los adultos controlen su presión arterial por lo menos una vez por año.

Toda cifra superior a la normal es motivo de consultar al médico, quien determinará si usted realmente padece esta dolencia.


¿Por qué se produce la hipertensión arterial?

En la mayoría de los casos no se encuentra una causa concreta, y se denomina hipertensión primaria o esencial. Esto significa que no se conoce exactamente el motivo que origina el aumento de la presión arterial, aunque si se sabe que hay varios factores que  están relacionados con esta enfermedad:

  • Herencia genética: Si tenemos familiares con HTA, tendremos más posibilidades de ser hipertensos en la edad adulta.
  • Sexo masculino: El hombre es más propenso a ser hipertenso a edades más jóvenes, aunque en las mujeres aumenta el riesgo después de la menopausia.
  • Edad: Los vasos sanguíneos pierden su elasticidad con los años, por eso la probabilidad de ser hipertenso aumenta con la edad.
  • Sobrepeso u obesidad: constituye un factor importante que predispone a tener HTA.
  • Los malos hábitos de vida, tales como la inactividad física, el consumo excesivo de sal, grasas saturadas, alcohol y tabaco, también suponen un aumento del riesgo de padecer esta enfermedad.
  • Estrés: Según algunos estudios, el estrés, la ira, la hostilidad y otras características de la personalidad contribuyen a la hipertensión.

En un pequeño porcentaje de pacientes, la hipertensión está causada por otra enfermedad o afección, ésta se conoce como hipertensión secundaria. El médico, cuando diagnostica por primera vez a un paciente hipertenso, siempre tiene en cuenta esta posiblidad, porque sabemos que si se trata el problema que la causa la hipertensión arterial se cura.


¿Qué síntomas produce  la hipertensión arterial?

Aunque en algunos casos, pueden sentirse palpitaciones, mareos, sangrado nasal, cambios en la visión, o dolor de cabeza, lo cierto es que la gran mayoría de las personas que padecen hipertensión arterial no presentan ningún síntoma. Es por ello que también se la conoce como la enfermedad silenciosa o la amenaza silenciosa, debido a las graves consecuencias derivadas de un retraso en el diagnóstico.


¿Qué consecuencias puede tener la hipertensión arterial?

Dado que la mayoría de los hipertensos no presentan síntomas, uno de los grandes riegos es que la enfermedad puede evolucionar durante décadas sin ser diagnosticada y/o tratada adecuadamente.

La sobrecarga crónica que la hipertensión produce en nuestro sistema cardiovascular se puede traducir en afectación de diferentes órganos.

Daño vascular: La elevación de la presión de forma sostenida va a producir cambios en los vasos sanguíneos. La pared de las arterias, sometida a esta sobrecarga, se va a ir estrechando y calcificando de forma progresiva. Cuando el estrechamiento es suficientemente grave va a verse comprometido el riego sanguíneo. Si este fenómeno se da en las arterias de las piernas va a ocasionar dolores en las pantorrillas cuando la persona camina. Cuando afectan a las arterias, el paciente puede presentar pérdida de visión.

Daño cardíaco: El corazón es la bomba que impulsa la sangre dentro de los vasos sanguíneos. La elevación de la presión dentro de las arterias va a obligar al corazón a trabajar más para vencer esta resistencia. Si no se diagnostica y trata la hipertensión, este sobreesfuerzo mantenido va a producir, en una primera etapa, que el músculo cardíaco se haga más grueso (hipertrofia); y, en una etapa posterior, conduce a un deterioro de la función de bombeo (insuficiencia cardíaca). La afectación cardíaca también puede darse cuando se estrechan las arterias que nutren al propio músculo del corazón; esto puede manifestarse como angina de pecho, o incluso llegar a ocasionar un infarto de miocardio.

Daño cerebral: La hipertensión es la causa más frecuente de accidente cerebral vascular (ictus); el estrechamiendo y el compromiso del riego en las arterias del cerebro puede derivar en un infarto cerebral con importantes secuelas. En otras ocasiones, la presión elevada puede provocar una rotura de una arteria cerebral lo que va a producir una hemorragia cerebral, con consecuencias todavía peores.

Daño renal: El riñón está atravesado por gran cantidad de vasos sanguíneos porque su función principal es filtrar la sangre de impurezas. Cuando la presión arterial se mantiene demasiado alta, se va a producir un deterioro de la capacidad del riñón para realizar su función debido al estrechamiento y calcificación de las arterias que llegan al propio órgano. La hipertensión arterial se ha convertido en la primera causa de enfermedad renal crónica en nuestro medio, que en fases avanzadas, puede obligar a tener que someterse a diálisis para poder sobrevivir.

Como hemos visto, la HTA puede afectar de forma silenciosa a órganos muy importantes para nuestra salud. La noticia positiva es que existen tratamientos altamente eficaces para combatir la hipertensión y, de ese modo, prevenir las complicaciones mencionadas. Por tanto, es más que razonable detectar a tiempo esta enfermedad silenciosa para poder tratarla adecuadamente.


¿Cómo se trata la hipertensión?  

La primera medida para el tratamiento constituye la  modificación del estilo de vida.

  • Llevar una alimentación baja en grasas y sal.
  • Reducir el peso excesivo.
  • Aumentar el consumo de potasio (frutas frescas, vegetales y cereales).
  • Comenzar un programa de ejercicio físico regular. Andar diariamente a buen ritmo al menos media hora, si bien, es preferible entre 1 y 2 horas. En las personas no entrenadas, este objetivo se debe alcanzar de forma paulatina.
  • Dejar de fumar.
  • Moderar o suprimir el consumo de alcohol.

En los casos en que las medidas no farmacológicas no sean suficientes, en el plazo de 3 a 6 meses, será necesario tomar además  medicación antihipertensiva.

  • Diuréticos: ayudan a eliminar agua y sodio del organismo; de esa forma reduce la presión arterial.
  • Inhibidores de la ECA: fármacos comunmente utilizados, muy efectivos y con pocos efectos secundarios. Actúan bloqueando una enzima de nuestro cuerpo que eleva la presión arterial.
  • Otros tipos de medicamentos, como los betabloqueantes, los antagonistas del calcio, y otros dilatadores arteriales tienen efectos diferentes, pero en general ayudan a relajar y dilatar los vasos sanguíneos, y a reducir la presión dentro de ellos.

El comienzo del tratamiento se hará a dosis bajas, y se aumentará de forma progresiva hasta lograr el objetivo terapéutico.

En muchos casos, se necesitará más de un fármaco para controlar la presión arterial.

Debe estar usted atento a los efectos secundarios e interacciones que se puedan presentar, pero no debería modificar por su cuenta la dosis del fármaco que está tomando. En caso de que le siente mal o tenga cualquier duda acerca de la medicación, consulte con su médico; él le explicará o hará las modificaciones necesarias en el tratamiento hasta que usted se encuentre bien y su hipertensión esté correctamente controlada.

La hipertensión es una de las llamadas enfermedades crónicas. Salvo casos excepcionales, tendrá que tomar la medicación de por vida. Tenga en cuenta que si consigue unas cifras de presión arterial por debajo de 140/90 significa que las pastillas le están controlando bien; pero, si abandona el tratamiento, la tensión volverá a subir al punto en el que empezó o más alto.

El cumplimiento terapéutico es muy importante. Establezca una rutina diaria para tomar la medicación y manténgase firme en ello. La mejor forma de no olvidarse de la medicación es tomarla en el momento de una acción rutinaria diaria, por ejemplo al despertar.

Vigile su presión arterial regularmente. Aunque se encuentre bien, acuda a todas las citas que su médico le programe, puesto que a veces es necesario algún cambio en la medicación.


Autocontrol de la presión arterial

El autocontrol de la presión arterial es una herramienta importante para el seguimiento del paciente con HTA.  

Medirse la presión arterial en el hogar y llevar un registro de las mediciones le mostrarán a usted y a su médico cuánto varía su presión arterial durante el día. Su médico puede usar su registro de mediciones para determinar lo bien que está actuando el medicamento en el control de su presión arterial alta. Además, medir su propia presión arterial es una buena manera de participar en el manejo de su salud y en el reconocimiento de los cambios.


Recomendaciones para el autocontrol de la presión arterial:

  • No realice la toma de PA después de las comidas o de haber realizado ejercicio físico.
  • Evite medir la PA en situaciones de dolor o angustia.
  • Vacíe la vejiga de orina antes de tomar la PA.
  • Debe evitar consumir alcohol, café o tabaco en la hora previa a la medición.
  • Escoja un ambiente tranquilo, sin ruido y con temperatura agradable.
  • Repose unos 5 minutos antes de efectuar la toma de PA.
  • Siéntese en una silla cómoda, recline la espalda y evite cruzar las piernas para que las condiciones de medida sean óptimas.
  • Use siempre un manguito de tamaño adecuado. No utilice tensiómetros de muñeca o de dedo, porque sus mediciones no siempre son fiables.
  • Realice las tomas en el brazo que ha dado unas cifras de TA más elevada (brazo control). Será el médico/a o el/la enfermero/a quien facilite la identificación de dicho brazo.
  • Ponga el brazo en el que realizaremos la medida en extensión y sin ropa que oprima; a la altura del corazón y apoyado sobre una mesa.
  • Coloque el manguito en posición adecuada, 2-3 centímetros por encima de la parte flexora del codo.
  • Realice dos medidas de su tensión dejando un intervalo no menor de 2 minutos entre cada toma de TA.
  • Lea y anote las cifras de la TA, así como sus dudas. No olvide llevar las anotaciones cuando acuda a su médico/a o enfermero/a.
  • No modifique el tratamiento sin consultar con su médico/a.
  • Es imprescindible la calibración del aparato al menos una vez al año.

 


Autores

  • Cristina Diéguez Varela

Estudiante de 6º de Grado en Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela.

  • Dr. Alejandro Mesías Prego

Cardiólogo. Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol.


Referencias bibliográficas/ para saber más.

DESCARGA HIPERTENSIÓN ARTERIAL.pdf

 

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Resonancia Magnética Cardíaca

¿Qué es?

La Resonancia Magnética es una técnica avanzada de imagen que, en Cardiología, se utiliza  para ver la estructura y función del corazón. La característica más importante es la excelente calidad de la imagen, y la capacidad para definir la composición de los tejidos cardíacos sin necesidad de una biopsia.

Valvula Mitral Normal 4C
Figura: La calidad de imagen es muy elevada en la resonancia magnética.

Imágenes cedidas por las doctoras:
 Dra. Rafaela Soler Fernández  y Dra. Esther Rodríguez García
Especialistas en Radiodiangóstico. Complexo Hospitalario Universitario A Coruña.


¿Para qué se realiza?

No es una prueba que se utilice de forma rutinaria en Cardiología. Debido a sus características, se utiliza para el estudio de enfermedades complejas del corazón como pueden ser cardiopatías genéticas, enfermedades del músculo del corazón, o enfermedad cardíacas congénitas.


¿Cómo se realiza?

La resonancia magnética se realiza mientras usted está tumbado en una camilla, en el interior de la máquina de resonancia, que es un tubo largo y estrecho. No utiliza radiación, a diferencia de otras pruebas como el TAC de las coronarias, ya que aprovecha el campo magnético que genera para recoger la señal de los elementos magnéticos del cuerpo y transformarla en imágenes estáticas (fijas) y en movimiento.

  • Antes de entrar en la sala de la resonancia, se le recordará que tiene que debe dejar fuera todos los elementos que puedan contener material metálico, ya que pueden se detectados por el campo magnético del equipo y resultar peligrosos.
  • Después, se le tumbará en una camilla, dentro del tubo de la resonancia, y se comenzarán a adquirir imágenes. Puede que en ocasiones se le pida que contenga la respiración durante la adquisición de las imágenes.
  • Deberá permanecer inmóvil en la medida de lo posible para evitar distorsiones en las imágenes.
  • Se encuentra vigilado y en comunicación con los médicos y técnicos que realizan el estudio en todo momento.

reso


¿Qué puedo sentir?

Es una prueba indolora y sin riesgos. Es algo agobiante al ser un tubo estrecho, y es posible que personas con claustrofobias no puedan realizarla.


¿Dónde se realiza?

El estudio se realiza con los compañeros médicos especialistas en Radiología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), en la zona de la resonancia magnética.


¿Cuándo sabrá el resultado de la prueba?

Las imágenes tomadas durante la prueba deben procesase en un ordenador. Este procedimiento debe hacerse a posteriori, por lo que el resultado no lo conocerá en ese momento. Usted será citado en consultas externas de cardiología de nuestro centro donde se le informará del resultado y las implicaciones para su seguimiento.


Medidas para el paciente:

  • Debe comentarle al médico si tiene claustrofobia.
  • Los elementos metálicos con los que debe tener cuidado a la hora de realizar la prueba son:
    • Joyería o ropa que pueda contener material metálico.
    • Materiales ferromagnéticos (cuerpos extraños metálicos intraoculares, clips utilizados como tratamiento de aneurismas intracraneales, etc …).
    • Implantes cocleares o audífonos.
    • Los marcapasos y las válvulas cardíacas pueden ser una contraindicación para realizar la resonancia magnética, aunque existen dispositivos compatibles actualmente (se deberá comentar con sus médicos).
  • Los compañeros del hospital donde se realiza el test le recordarán de nuevo todas estas recomendaciones.

Para saber más

Web con información útil acerca de la resonancia magnética, con información detallada para pacientes que deben realizar este tipo de estudios.

http://www.rmcuerpo.net/


Autor:

  • Dr. Manuel López Pérez

Cardiólogo Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol

DESCARGA RESONANCIA MAGNÉTICA.pdf

 

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