Holter subcutáneo

¿Qué es un monitor cardíaco subcutáneo?

Algunas de las enfermedades de que se ocupa la cardiología se presentan de modo episódico.  Un ejemplo de ello es la lipotimia o síncope, que se define como la pérdida de conciencia súbita, de pocos segundos de duración, y recuperación completa posterior. Dada la naturaleza transitoria del cuadro, lo habitual es que cuando estos pacientes reciben atención médica, ya se han recuperado completamente. El reto de su médico es determinar lo que sucedió exactamente en el momento en que usted perdió el conocimiento.

En el momento de la evaluación, además de indagar en sus antecedentes, su médico realizará una exploración física detallada y realizará una serie de pruebas disponibles en la consulta como puede ser la medida del azúcar, la tensión arterial y realización de un electrocardiograma.

Los datos obtenidos en la primera evaluación del paciente habitualmente son suficientes para establecer un diagnóstico de la situación que causó el desmayo, sin embargo, esto no siempre es así y su médico puede requerir algún estudio complementario adicional.

Una causa poco frecuente pero potencialmente grave de la pérdida de conciencia es que el ritmo cardíaco sea excesivamente lento o incluso excesivamente rápido, porque en estas condiciones la cantidad de sangre que puede bombear el corazón no es suficiente, y podemos sentir mareo intenso y debilidad, o incluso  llegar a perder el conocimiento de forma transitoria.

Cuando la alteración del ritmo es mantenida, es fácil para su médico detectar esa alteración con la realización de un electrocardiograma, y tomar las medidas oportunas para resolver el problema, como puede ser el implante de un marcapasos.

Algo que nos dificulta a los médicos llegar al diagnóstico es que, en algunas personas, los trastornos del ritmo cardíaco se presentan sólo de forma intermitente. Cuando sospechamos que ésta pueda haber sido la causa del desmayo, la única forma que tenemos de detectar estas anomalías es haciendo un registro continuo de la actividad cardíaca.

Este registro puede hacerse bien durante el ingreso hospitalario, o bien de forma ambulatoria (en su domicilio) mediante un Holter que registra el ritmo cardíaco durante 24 horas.

Cuando los episodios ocurren de forma muy esporádica (una vez cada 2 o 3 meses, por ejemplo) el Holter de 24 horas no nos va a aportar suficiente información. Para estos casos, y sobre todo cuando los pacientes tienen determinadas condiciones de riesgo añadidas, disponemos de un dispositivo capaz de registrar de forma continua el ritmo cardíaco por un período de hasta 2 o 3 años: el monitor cardíaco subcutáneo, también llamado Holter subcutáneo, que se implanta bajo la piel por medio de una intervención quirúrgica.

El papel del Holter subcutáneo es únicamente registrar la actividad cardíaca. Hay que aclarar que, cuando tenga este dispositivo implantado, no está libre de tener un nuevo desmayo; sin embargo, si esto sucede, podremos saber a ciencia cierta cuál ha sido la causa del mismo, y poner los medios para evitar que vuelva a suceder.

El Holter subcutáneo puede indicarse también para el estudio de otro tipo de pacientes con sospecha de arritmias cardíacas, pero, tanto en estos casos como en el estudio de los desmayos, la indicación de implantar este tipo de dispositivo está restringida a pacientes muy seleccionados, y siempre después de la realización de un estudio clínico exhaustivo.


¿Qué es el monitor cardíaco subcutáneo?

Se trata de un dispositivo unos 5 o 6 cm. de largo y menos de 1 cm. grosor que se implanta en el pecho, debajo de la piel, concretamente en la parte superior del tórax, no muy lejos del corazón, para garantizar la calidad del registro de la actividad cardíaca. La implantación del monitor es un procedimiento sencillo; que no requiere ingreso; y que dura de 15 a 20 minutos.

El procedimiento se realiza en el quirófano, bajo anestesia local, por lo que estará despierto y podrá comunicarse en todo momento con el personal médico o de enfermería. Consiste en realizar una incisión de 1 a 2 cm a través de la que se inserta el monitor por debajo de la piel, a unos 8 milímetros de la superficie.  A continuación, se cierra la incisión, y se le indicará como realizar las curas de la herida.

Tras el implante, se le proporcionará un dispositivo de control remoto que permite activar externamente la grabación del registro en el momento en que usted presenta algún síntoma. Ya hemos mencionado que el monitor registra la actividad cardíaca de modo constante, y está programado para grabar automáticamente cuando detecta anomalías del ritmo, sin embargo es posible que sus síntomas no tengan relación con un trastorno en la actividad cardíaca. Es ese caso el monitor no registrará nada y sólo la activación externa nos permitirá almacenar la información de lo que ha sucedido en ese momento.

Lo ideal es que el control remoto se active lo antes posible, cuando uno presenta síntomas. Si usted ha presentado pérdida de conciencia y no ha podido activarlo en ese momento, no se preocupe, puede activarlo en el momento de recuperarse, porque el dispositivo registra la información de todo lo que sucedió en los 5 minutos anteriores a la activación.

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Imagen de activador por control remoto y modo de activación.

Lleve siempre consigo el activador: cuando presente síntomas o después de recuperarse de un desmayo, pulse el botón de encendido y acérquelo a la región donde se le ha implantado el dispositivo. En ese momento se encenderá una luz que indica que la grabación se ha realizado.

Si no puede localizar el activador de paciente en unos pocos minutos, sencillamente anote el día y la hora de sus síntomas, y entregue esta información a su cardiólogo el día de la consulta.


¿Qué riesgos tiene?

Todos los procedimientos quirúrgicos entrañan cierto riesgo. Dado que el monitor cardíaco se implanta bajo la piel, hay un riesgo ligero de infección, de que el dispositivo se mueva o asome a través de la piel, o de hipersensibilidad al material metálico del monitor cardíaco. Los riesgos de que ocurra algo grave son escasos.


¿Si me implantan un monitor cardíaco subcutáneo, tendré que cambiar mi rutina diaria?

En general, las personas que tienen un monitor cardíaco subcutáneo implantado pueden realizar casi todas sus actividades normales. Puede nadar, bañarse y practicar ejercicio con el monitor cardíaco sin temor a dañarlo.


¿Puedo llevar un monitor cardíaco subcutáneo si no he tenido ningún síncope?

Sí, existen otros motivos por los que su médico pudiese decidir que un monitor cardíaco subcutáneo es conveniente para usted. Entre ellos se encuentran la detección de una arritmia cardíaca muy común conocida como fibrilación auricular. Es posible que si sufre palpitaciones muy a menudo, o ha sufrido un accidente cerebrovascular sin explicación, su médico pueda recomendar la implantación del monitor cardíaco subcutáneo.


¿Se activará el monitor cardíaco subcutáneo al pasar por los arcos de seguridad del aeropuerto?

Es improbable que los arcos de seguridad del aeropuerto interfieran con su monitor cardíaco subcutáneo. Sin embargo, es posible que detecten los componentes metálicos y disparen la alarma. Puede ser necesario presentar la tarjeta de identificación del dispositivo para obtener autorización. Puede solicitar una exploración manual en lugar de pasar por los arcos de seguridad.


¿Cómo conozco el resultado del registro?

El dispositivo se analiza cuando usted acude a la consulta con un equipo especial que nos permite identificar los eventos que ha presentado desde la última visita. En nuestro hospital recomendamos a los pacientes que han sentido la necesidad de activar el dispositivo, que acudan al día siguiente a la consulta para interrogar el monitor cardíaco subcutáneo.

Algunos dispositivos disponen de un monitor que el paciente se lleva al domicilio. Este equipo envía automáticamente la información a un servidor que puede consultar su médico responsable. En caso de detectar anomalías relevantes se pondrán en contacto con usted para hacerle las recomendaciones pertinentes.


¿Cómo se hace para retirar el dispositivo?

La vida útil del monitor cardíaco subcutáneo es aproximadamente dos años. Si después de este período no se han detectado arritmias y decide retirarse el mismo, tendrá que hacerse en quirófano con una intervención menor que no requiere ingreso.


Autores

  • Ing. Fernando Moinelo Delgado.

 Delegado Medtronic®

  • Dr. Emiliano Fdez-Obanza Windscheid.

Cardiólogo. Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol.

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